¿Cuántas veces ha oído hablar de Estonia? Visualice en su mente el mapa europeo e intente reconocer dónde se encuentra.
¿Cuántas veces ha escuchado la palabra Skype? A lo mejor, muchas y probablemente lo haya usado más de una vez, ¿cierto?
Skype nació en Estonia, en su capital Tallin, y desde ahí se propagó por el mundo. Pero Skype no es un hecho aislado de ese pequeño país de poco más de 45 mil Km2. Es un referente en emprendedores digitales y en servicios para los ciudadanos a partir de tecnología.
Estonia es un ejemplo que queremos poner a colación porque nuevamente está entre los países destacados en el Índice de Inteligencia Digital que acaba de publicar Fletcher, la escuela de postgrado de Asuntos Globales de la Universidad Tufts (The Graduate School of Global Affairs at Tufts University), en asociación con Mastercard, y que traza los progresos que han logrado los países al hacer avanzar sus economías digitales, fomentar la confianza e integrar la conectividad en la vida de miles de millones de personas.
Estonia comparte con Singapur, Estados Unidos, Hong Kong o Alemania la ubicación entre los estados que están digitalmente muy avanzados y muestran un gran impulso, según destacaron los investigadores a cargo de este estudio.
El índice de inteligencia digital coincide con el momento particular que ha vivido el planeta y ha dejado al descubierto la necesidad de establecer planes urgentes de aislamiento digital para la población
El Índice de Inteligencia Digital se lleva a cabo cada 3 años y, esta vez, coincide con el particular momento que ha vivido el planeta en los últimos meses, donde además de reconocer que la utilización de tecnologías es indispensable, ha dejado al descubierto la necesidad de establecer planes urgentes de alistamiento digital para la población. También es verdad que respecto a ediciones anteriores de 2014 y 2017, el índice de este año presenta un panorama del desarrollo digital mundial, arroja luz sobre los factores clave que conducen el cambio y el impulso, y expone lo que esto significa para las economías que se enfrentan a los desafíos de un futuro mundial pandémico y post-pandémico.
En particular, las economías digitales más dinámicas — como las de Estados Unidos, Corea del Sur, Taiwán, los Emiratos Árabes Unidos y Alemania — superaron significativamente la tasa de crecimiento de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico -OCDE- en el segundo trimestre de 2020 en medio del confinamiento mundial[1]. Esta se caracteriza por los altos niveles de talento disponible, la activa colaboración en I+D entre la industria y el mundo académico, y un sólido historial de creación e incorporación de productos digitales a la corriente dominante.
Las cifras lo demuestran y es uno de los aprendizajes que destaca Bhaskar Chakravorti, director ejecutivo del Instituto para los Negocios en el Contexto Global en Fletcher, cuando dijo que “La pandemia puede ser la prueba más pura del progreso del mundo hacia la digitalización hasta la fecha, demostrando en los términos más crudos posibles cómo las economías digitales dinámicas han sido más resistentes a la agitación económica y están mejor posicionadas para el crecimiento futuro”.
Digitalización es uno de los requisitos, pero confianza digital es el complemento y lo vemos permanentemente en el mundo financiero, como uno de los sectores que más digitalizado está, pero donde también hay una gran oportunidad para que los usuarios accedan a los servicios disponibles. Esta es una responsabilidad compartida tanto por gobiernos, empresas y ciudadanos porque la recuperación económica también implica esfuerzos en conjunto.
Los hallazgos del índice
Con casi dos tercios de la población mundial en línea hoy en día[2], estamos entrando en una fase de “después del acceso”, donde el acceso por sí solo no es suficiente. Aspectos como la calidad del acceso, el uso eficaz de las tecnologías digitales, las instituciones responsables, sólidas políticas de gestión de datos y el fomento de la confianza son factores de mayor importancia para determinar la competitividad y la sostenibilidad digitales.
Los jóvenes de las economías emergentes están demostrando altos niveles de compromiso digital, lo que constituye un punto positivo para los gobiernos que intentan ampliar la digitalización en sus economías.
Perspectiva mundial sobre la confianza y la evolución digitales
El índice de 2020 se centra en dos componentes: la Evolución Digital y la Confianza Digital. La Evolución Digital captura el impulso histórico de una economía desde el pasado físico hasta el presente digital. La Confianza Digital es el puente que conecta su viaje del presente digital a un futuro digital inteligente e inclusivo.
Al cartografiar el 95% de la población mundial en línea, basándose en datos acumulados a lo largo de 12 años, el cuadro de mando (o scorecard) de la Evolución Digital mide 160 indicadores en 90 economías tomando en cuenta cuatro pilares fundamentales: el entorno institucional, las condiciones de la demanda, las condiciones de la oferta y la capacidad de innovación y cambio. Estos se dividen en cuatro categorías:
1. Economías destacadas
Singapur, Estados Unidos, Hong Kong, Corea del Sur, Taiwán, Alemania, Estonia, Emiratos Árabes Unidos, Israel, República Checa, Malasia, Lituania y Qatar – están muy avanzadas digitalmente y muestran un gran impulso. Son líderes al fomentarla innovación, aprovechando sus ventajas existentes de manera eficiente y eficaz.
2. Economías contenidas
Países como Suecia, Reino Unido, los Países Bajos, Japón y Canadá son economías digitales maduras con un alto estado de adopción digital a pesar de la ralentización del impulso digital. Tienden a compensar la velocidad con la sostenibilidad y suelen invertir en la expansión de la inclusión digital y en la creación de instituciones sólidas.
3. Economías emergentes
China, India, Indonesia, Polonia y Rusia están evolucionando rápidamente. Gracias a su impulso y un margen de crecimiento significativo suelen ser muy atractivas para los inversionistas.
4. Economías a observar
Nigeria, Uganda, Colombia, Perú, Pakistán y Sri Lanka padecen de una falta de infraestructura. A pesar de ello, los jóvenes muestran entusiasmo por un futuro digital con un mayor uso de los medios sociales y pagos móviles.
América Latina y El Caribe
Uruguay, Ecuador, México y Argentina continúan avanzando en la optimización de sus instituciones, mientras que la nación más avanzada digitalmente es Chile y demuestra el Entorno Institucional más fuerte de la región. Costa Rica, la segunda economía de más rápido movimiento en el impulso del Ambiente Institucional representa una historia de éxito única. Además, Uruguay, Chile y Colombia han liderado en reducir la desigualdad digital económica.
El Scorecard de la confianza digital mide 198 indicadores en 42 de las economías del índice a través de cuatro pilares clave: comportamiento, actitudes, entorno, experiencia.
- Economías como Brasil, Colombia y México están comenzando a ganar impulso en las puntuaciones de comportamiento, demostrando un compromiso sustancial en los medios sociales y otras nuevas tecnologías.
- Economías como China, Indonesia y Vietnam tienen actitudes cada vez más favorables sobre su futuro digital, impulsadas por la rápida expansión de la
adopción y las oportunidades digitales. - Economías con enfoques más maduros sobre la digitalización y la formulación de políticas conexas, como Suecia, los Países
Bajos y Dinamarca, comparten medidas que fortalecen el entorno de confianza, como políticas de privacidad, seguridad y responsabilidad. Los ciudadanos de esos países tienden a tener actitudes más optimistas en cuanto al futuro de la digitalización. - Economías como la de los Estados Unidos, Hong Kong, Taiwán, Corea del Sur y Singapur proporcionan a los ciudadanos una experiencia fluida y sin contratiempos, entregando el santo grial de la infraestructura avanzada, amplio acceso y una interacción incomparable. Esta experiencia va acompañada de altos niveles de compromiso, lo que ofrece a estas economías una clara ventaja en un futuro que irá “más allá del acceso”.